“Las mujeres deben ser más atrevidas al buscar trabajo”
14 Febrero, 2017 / 11:04 am
“La cultura es la forma en la que hacemos las cosas, en que pensamos, sentimos, y muchas veces, nos ponemos barreras a nosotros mismos para crecer”, dijo Alejandra D’Agostino, argentina radicada en Perú por más de 7 años y socia principal de capital humano de Deloitte Perú, a cargo de Perú y Colombia. Ella fue invitada por Amcham para hablar sobre el rol de la mujer de hoy: Mujer, empresaria y madre, en el VII Foro Anual Mujer Emprendedora.
Alejandra explicó que de acuerdo a Schein, existen tres niveles de cultura:
1.- Artefactos de cultura: Que son las manifestaciones audibles, visibles y perceptibles, como las pautas de comportamiento, los rituales, el entorno físico, la ropa, las historias y mitos, etc.
2.- Valores compartidos: Por ejemplo, los estatutos, normas, reglas, metas.
3.- Suposiciones subyacentes: Son los motivos invisibles que explican por qué las personas de un grupo perciben, sienten y piensan, de una forma, frente a un problema externo
o interno.
Brecha de género
La ejecutiva explicó que el tema cultural también contribuye a la brecha de género. Por ejemplo, en posiciones de liderazgo, solo 14% de las mujeres peruanas obtienen esas posiciones y solo el 3% tiene mujeres líderes en sus directorios. “Si bien estas cifras espantan, existen empresas como Deloitte, donde el 50% de los socios somos mujeres, y estoy orgullosa de eso, aunque sé que no es la realidad de la mayoría de compañías”.
Según el estudio de brecha de género, que se hace a nivel global, habría que esperar 81 años para ver la equidad de género en el trabajo. Alejandra señaló que las mujeres deben ser más atrevidas al buscar trabajo. “Las mujeres esperan a tener el 90% de las capacidades solicitadas para postular a un trabajo, mientras que los hombres postulan
con menos del 50%. A veces las mujeres mismas nos cercenamos. Nos quejamos de que los hombres nos cortan la carrera pero habemos muchas que también lo hacemos con nosotras mismas. Seamos más atrevidas. Hombres y mujeres somos diferentes pero en las organizaciones se necesita de ambos, y por eso somos complementarios”.
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(Artículo publicado en Gan@Más # 45)