Debilidades de la competitividad de Perú: Baja institucionalidad, rigidez laboral y poca tecnología

Como informáramos, el Foro Económico Mundial (World Economic Forum – WEF) anunció, el 2 de setiembre, los resultados del Informe Global de Competitividad 2014-2015, que evalúa y compara el desempeño de 143 economías (ver nota aparte). En este ranking, el Perú se ubica en el puesto 65 y retrocede 4 posiciones respecto al anterior Informe (2013-2014).

Ahora, el BCR en su Reporte de Inflación Octubre 2014 hace un analisis de la competitividad de nuestro país.

Dice que el Perú, desde 2004 hasta 2012, registró un ascenso en el ranking del Índice de Competitividad Global (ICG) del Foro Económico Mundial, mejorando su ubicación relativa del percentil 64 al 42 y situándose así en el puesto 61. En el cuadro adjunto se puede ver la ubicación relativa o percentil del Perú. Esta ubicación resume la posición relativa del país a nivel mundial y corrige el efecto de la variación del número de economías en el ranking, un menor valor del percentil implica una mejor ubicación a nivel internacional.

El ICG está conformado por 12 pilares de la competitividad, que a su vez contienen 114 indicadores primarios (ver nota).

En el 2013, el Perú se mantuvo en el puesto 61 y en el 2014 retrocedió 4 posiciones al puesto 65. En el primer periodo (desde el 2004 al 2012), las mejoras de la posición relativa del Perú en el ranking del ICG estuvieron acompañadas de un crecimiento del valor absoluto de su
índice, señala el BCR.

Según el BCR, un primer análisis de la posición del Perú en el ranking de 2014 nos indica un menor desempeño en un tercio de los pilares: Instituciones (puesto 118), innovación (puesto 117), salud y educación (puesto 94), infraestructura (88) y preparación tecnológica (puesto 92).

Los principales pilares que han contribuido con la caída en 4 posiciones en el ranking del ICG en el último año son: institucionalidad (caída de 9 posiciones), preparación tecnológica (caída de 6 posiciones) y eficiencia en el mercado laboral (caída de 3 posiciones). Ver el cuadro adjunto.

El pilar de la institucionalidad representa el marco legal y administrativo en el cual se desempeñan los individuos, las empresas y el gobierno para generar la riqueza de un país.

La preparación tecnológica mide el manejo de la tecnología, que es clave para que las empresas sean competitivas y se desarrollen. Este pilar representa la agilidad de una economía para adoptar la tecnología existente y potenciar la productividad de sus industrias.

La eficiencia del mercado laboral se refiere a la flexibilidad de este mercado para asegurar que los trabajadores tengan empleos con determinados beneficios que les haga poner su mayor esfuerzo en el desarrollo de su actividad.

Mejora del bienestar

El BCR también resalta que el crecimiento económico sostenido es la principal fuente de mejora en el bienestar de una nación, al permitir una elevación en la calidad de vida de la población y la subsecuente reducción de los niveles de pobreza. Esta capacidad de crecimiento sostenido es medida en términos cuantitativos por la evolución del PBI potencial, el cual puede ser descompuesto en las contribuciones de los factores de producción como trabajo y capital y de la medición de la eficiencia en el uso de estos, conocido como la productividad total de factores (PTF).

Durante la década pasada el Perú registró un continuo y significativo incremento en la tasa de crecimiento del PBI potencial, alcanzando hasta poco antes de la crisis financiera internacional, valores cercanos al 7% anual. Este mayor crecimiento se explicó fundamentalmente en la mejora de la PTF, cuya contribución anual durante el último quinquenio de la década pasada se situó en alrededor de 3 puntos porcentuales. Asimismo, la acumulación de capital es la otra fuente primordial para el crecimiento tendencial (ver cuadro adjunto).

La desaceleración del ritmo del crecimiento potencial se explica tanto por factores externos, como son los vinculados a los menores precios de exportación que desalientan a la inversión, cuanto por factores internos que han limitado el avance de la productividad y la competitividad, finaliza el reporte.