Conozca las nuevas tendencias de empleabilidad al 2025

Preparar a los alumnos para el mercado laboral del futuro es hoy más desafiante que nunca pues el rápido ritmo de la innovación y el grado de cambio tecnológico nunca han sido tan grandes, logrando que las industrias de toda Latinoamérica se vayan transformando, y las instituciones educativas vayan cambiando en dos campos: 1) Disrupción organizacional como autónomo y un lugar de trabajo propio, y 2) Disrupción educativa como creadora de la mano de obra del futuro.

Frente a este panorama, Nicola Doherty, líder de educación Latam en LinkedIn, compartió las nuevas tendencias en empleabilidad, en el webinar organizado por Microsoft Education: Camino a la Nueva Educación: Hybrid Learning Summit Latam – Líderes educativos.

Nicola comentó que la pandemia nos mostró una creciente brecha de habilidades en el mundo con un cambio hacia la transformación digital. “La diferencia entre oferta y demanda de competencias, para el mercado laboral, parece estar impulsada por 3 factores a largo plazo, 1) rápida aparición de tecnologías de potencia de la IA que están obligando a la automatización, 2) aumento de las necesidades de competencias tecnológicas para competir en un panorama comercial que cambia muy rápido, y 3) reducción de las inversiones en educación por parte de empleadores en las últimas 2 décadas”.

La especialista agregó que todo esto está impactando en la habilidad cambiante del mercado laboral y en las habilidades requeridas dentro de cada institución educativa. ¿Cómo pueden saber las competencias básicas y emergentes que se requieren? ¿Como calibrar la demanda futura de puestos de trabajo emergentes?, se preguntó.

“Se debe proveer a las instituciones educativas el acceso a los datos para identificar cuales son las competencias que los estudiantes necesitan para garantizar que salgan bien preparados. Para ello, el gráfico económico de Linkedin proporciona una representación, en tiempo real, de las trayectorias profesionales de sus miembros. Usando estos datos se puede ver cuáles son los trabajos que tienen mayor demanda en la región, en un país o en una localidad”, dijo Nicola.

Poniendo como ejemplo a Brasil, refirió que en ese país los 10 puestos más demandados en orden de importancia son: 1) reclutador de TI, 2) ingeniero/a de confiabilidad del sitio, 3) ingeniero/a de datos, 4) especialista en ciberseguridad, 5) representante de desarrollo y negocios, 6) administrador de tráfico web, 7) ingeniero/a de machine learning, 8) investigador/a en UX, 9) científico/a de datos, y 10) analista de desarrollo de sistemas.

“En una encuesta que hicimos con estudiantes universitarios de ese país, el 61% consideraba que sus estudios no les preparaban del todo para ejercer sus carreras”, dijo Nicola.

Es cierto que una sola universidad no podría tener la capacidad de mantener la experiencia y conocimientos de todas estas competencias, más aún con el rápido cambio de la tecnología y evolución de la demanda de competencias, y justamente aquí hay una oportunidad para que las instituciones exploren asociaciones con organizaciones públicas y privadas para complementar sus planes de estudios cuando sea apropiado.

Algo que también resaltó la representante de LinkedIn es que aunque las habilidades técnicas son importantes, también lo son las habilidades transferibles y blandas. De acuerdo al Foro Económico Mundial, en colaboración con LinkedIn, las habilidades de mayor demanda estimada para el 2025 serán:

1. Pensamiento analítico e innovación
2. Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje
3. Resolución de problemas complejos
4. Pensamiento crítico y análisis
5. Creatividad, originalidad e iniciativa
6. Liderazgo e influencia social
7. Uso, seguimiento y control de la tecnología
8. Tecnología de diseño y programación

“Como recomendación estas habilidades deberían integrarse al plan de estudios de los próximos dos años”, dijo Nicola.

Por ejemplo, en México, Brasil, Costa Rica y Ecuador, la ocupación que más crece es la de ingenieros de software. “Latinoamérica tiene la oportunidad de estar a la vanguardia de la economía digital, pero dependerá del apoyo a los empleados que impulsan el cambio y a los educadores en la creación de habilidades necesarias para adaptarse a un nuevo y cambiante entorno educacional. Invertir en el desarrollo profesional para apoyar este cambio permitirá a las instituciones tener un impacto duradero”.