Alfi: Todas las acciones de educación financiera deben tener una medición científica

“En Latinoamérica somos la región más desigual del mundo, somos más desigual incluso que África y desde hace ya varios años”, dijo Víctor Morales, CEO de Alfi, una plataforma de educación financiera, en el marco de la inauguración de la Segunda Semana de la Educación Financiera, organizada por la Fundación BBVA, Alfi y diario Gestión.

Morales agregó que la desigualdad se mide con el Índice de Gini, pero “se puede combatir directamente con la mejora en educación financiera, la elevación del tema comportamental y la elevación del tema de la inclusión. Todo esto reduce la desigualdad en los mercados, en cada país”.

Resaltó que el Banco BBVA es el único banco en el Perú que está en el Índice de Sostenibilidad en el Down Jones y que el año pasado logró el primer lugar, a nivel global. “Esto es importante resaltarlo porque uno de los pilares que el banco está considerando es la sostenibilidad”.

Refirió que la educación financiera se relaciona con la sostenibilidad, en la medida en la que es un proceso que empieza con la alfabetización financiera, con la entrega de contenidos y educación. “Luego se relaciona con el cambio comportamental, a través de obtener la información oportuna. La mejor toma de decisiones hoy día es una ciencia que se llama economía del comportamiento, pero también es parte de la educación financiera y finalmente la inclusión financiera. Cuando ya tengo la información exacta, cuando sé cómo usarla y cuando tengo la oferta oportuna de los productos tomo la mejor decisión con el mejor producto posible y eso me genera un bienestar, eso es realmente inclusión financiera”, dijo Morales.

“Lastimosamente en Latinoamérica el 80 %, en promedio, de la población, es analfabeta financiera. Somos uno de los lugares donde hay más exclusión y este problema, que nos hace tanto daño, se ve reflejado en los movimientos de disgusto social por la desigualdad”.

El CEO de Alfi mencionó que el acceso libre, transparente, digital y masivo, a todos los contenidos de educación financiera, es una solicitud de la CAF que pide que este acceso sea de una forma amigable y modelada a los micro nichos que existen dentro de los mercados poblacionales y que el proceso pueda relacionar a la persona con productos financieros que hagan sentido en su vida y le puedan dar un bienestar final.

“Desde esa premisa, junto con el banco y las acciones que estamos haciendo en la región, construimos un instrumento para poder obtener estos lineamientos que pide la CAF y no solo eso sino para poder tener evidencia respaldada por datos que nos dé unos lineamientos de cuánto estamos afectando a la alfabetización financiera y finalmente a la inclusión con la obtención de productos financieros”.

Finalmente señaló que es necesario que todas las acciones de educación financiera, tanto en Perú como en Latinoamérica, tengan una medición científica. “Esta medición debe darnos luces para saber cómo estamos afectando a la educación financiera en su totalidad y también si estamos reduciendo las brechas de desigualdad”.