Tu visión

En mi agenda llevo la frase de un filósofo austríaco que dice: Lo importante no es lo que las cosas son sin que tú te hayas involucrado. Lo importante es, en qué quieren transformarse a través de tu participación.

Si miramos el mundo desde la prensa vemos violencia, contaminación, corrupción, desesperación y resignación en nuestro vecindario. A la vez también vemos creaciones innovadoras, nuevos proyectos concluidos y desafíos superados. Cada uno de nosotros se interesa por un ámbito diferente; sea el deporte, los animales, las artes, la política, educación, alimentación o jardinería. De manera que no hay una receta universal para transformar las cosas en lo que ellas quieren ser.

Sanar las relaciones entre el hombre y la mujer en lo que quieren ser. Transformar la relación entre el ser humano y el medio ambiente en lo que esta relación quiere ser. Transformar la expresión artística en lo que ella quiere ser. Cada uno tiene un ámbito en el cual quiere verter sus mejores habilidades, para ayudar a que éste sea la mejor expresión posible de su capacidad.

Hay más de 32 millones de habitantes en el Perú y éstos constituyen la sociedad peruana. Pero el diálogo, las relaciones, la calidad de un proyecto, siempre comienza contigo.

Brechas salariales entre hombres y mujeres, de hasta más del 25%, lavado de activos, problemas con el sistema público de agua y alcantarillado. Los temas se apilan y en las horas débiles puedes desesperarte frente a semejante panorama. En las horas de fortaleza puedes recobrar la única libertad que siempre te quedará por más precaria que sea la situación: tu libertad de decidir.

¿Qué quiere emerger de esta situación y qué requiere de ti para poder emerger? Son micro decisiones en base a pensamientos claros, iluminados por la verdad llevados a cabo por conversaciones que articulan esta verdad.

Mira a tu alrededor, tanto en tu profesión, como en tu vida privada. ¿Qué asunto requiere de tu íntegra presencia y voz para ser resuelto? Hay decisiones acertadas y otras cómodas. Hay diálogos sembrados de acusaciones y negatividad y hay aquellos en los que la verdadera escucha abre puertas. Hay momentos en que callas aunque lo injusto te golpee y hay momentos en que decides: espera, esto no está bien y nunca lo estuvo. Hay situaciones en las que te escudas detrás de una pantalla o de una broma y hay momentos en los que decides decir tu verdad y vuelves a conectarte con las personas que te importan.

Nos quejamos de que la política, los altos cargos son indiferentes hacia los ciudadanos o los empleados, mientras que nosotros mismos somos igual de indeferentes cuando deberíamos escuchar, enfrentarnos a un tema pendiente, interesarnos por lo que necesita la persona que tenemos sentada delante de nosotros.

Son micromomentos, en los que tomas microdecisiones, los que crean los grandes momentos. El gran panorama son las más de 32 millones de personas. El micromomento eres tú tomando decisiones acertadas. Los temas que se presentan en nuestra sociedad son tan complejos y globales, que no se solucionan con propuestas simplistas.

Lo único capaz de enfrentar esta desafiante complejidad es tu presencia plenamente dedicada a comprenderla y corregirla donde sea necesario. Es la semilla germinal de cualquier transformación.

A Bjorn Lomborg, presidente del Consensus Center en Copenhague, le intriga que el mundo en 50 años se enfrentará a gastos equivalentes a tan solo el 1% del PBI si no resolvemos el cambio climático ¿y nuestro mayor problema consiste en cómo pagarlo?