El poder de la sencillez en ocho preguntas

Desde siempre me ha fascinado la potencia de la sencillez. Recientemente pude disfrutar de un entrenamiento impartido por la gerente financiera de un estudio de abogados. Había desarrollado un cuestionario de ocho preguntas para volver a poner en buen camino el desempeño de la empresa, que se había desplomado.

Desarrolló el cuestionario porque parecía que los socios trabajaban sin orientación, sin meta ni rumbo y sobre todo sin ganas. Lo más sorprendente era que no eran conscientes de la relación entre su desempeño y la existencia de la empresa. Una condición que se reflejaba en sus bajas ganancias. Necesitaban urgentemente un camino claro para retomar el rumbo hacia más ganancias y mejor desempeño.

En el momento de la crisis agendó una cita de dos horas con cada uno de los ocho socios y paso por paso los llevó por las ocho preguntas. Plantearse estas preguntas desplegó, en un primer momento, una considerable dosis de resistencia, como era de esperar de cualquier persona que es cuestionada debido a su bajo rendimiento.

Sin embargo esta gerente financiera, que a la vez es una coach empresarial visionaria, supo llevar el cuestionario de una manera empoderadora. Su meta era fortalecer a cada uno de los socios para que rindiera mejor. Con esta postura interior supo llevar a cada uno hacia un lugar de pensamiento crítico que despejó la vista hacia las oportunidades, potenciales y dones requeridos para un buen desempeño y mejores ganancias.

La empresa tiene un impecable y excelente renombre y se encontraba al borde de la quiebra. De seguir el rumbo desorientado se hubiera perdido. Era hora de actuar y vencer las resistencias. Estas ocho preguntas abrieron el camino y reactivaron el potencial de los socios, que anteriormente habían llevado la empresa a su excelencia.

Si tú también tienes inquietudes en cuanto a tu rumbo y el desempeño de tu equipo, o quieres volver a afinarlo, este cuestionario es para ti. Te propongo que cojas varias hojas de papel en blanco y un lápiz y contestes concienzudamente. Cuando lo haces vuelves a plantarte firmemente en el territorio de tu negocio para avanzar hacia tu meta. Te asombrará el poder que tiene la claridad cristalina que genera el cuestionario.

¿Listo? Pues empecemos. Tómate el tiempo y explora a fondo las siguientes preguntas

1. ¿Cuál es el producto que vendo?
2. La única cosa que tengo que hacer para tener el mejor producto.
3. La única cosa que tengo que hacer para generar más ganancias.
4. La única cosa que tengo que hacer para mejorar la experiencia con mis clientes.
5. ¿Cuál es mi único gran talento?
6. La única cosa que tengo que hacer para desplegar mejor mi talento.
7. La única cosa que tengo que hacer para que mi equipo y yo cumplamos las metas.
8. La única cosa que tengo que hacer para ser más competitivo.

El hecho de que solo te concentres en esta única cosa potencía tu enfoque, tu desempeño y rendimiento. Si te planteas estas preguntas, realmente dispuesto a explorarlas, saldrás de la exploración con oro en las manos.

El secreto del éxito de los mejores emprendedores no consiste tan solo en la cantidad de recursos económicos, materiales, intelectuales y humanos de los que disponen. Su éxito consiste en saber gestionarlos y plantearse preguntas críticas en el debido momento. Aprovecha este secreto para mantener el buen rumbo de tu empresa.