Oportunidad para construir la institucionalidad

El país está atravesando una de las situaciones más graves de su historia, con una profunda crisis en sus instituciones. Los audios que se vienen escuchando muestran la fuerte corrupción que existe en el sistema de justicia y el deterioro moral, de un sector de la clase política, acostumbrado a sus maniobras para librarse de investigaciones y acusaciones por lavado de activos y otros delitos.

Es una lástima que los tres principales poderes del Estado hayan perdido la confianza de la ciudadanía. Un Legislativo conducido por una mayoría parlamentaria autoritaria y con intereses particulares, un Poder Judicial corrupto que no imparte justicia, y un Poder Ejecutivo inmovilizado y sin liderazgo para lograr una recuperación sostenida de la economía y mejorar las expectativas de los agentes económicos.

La crisis del sistema judicial recién empieza, los audios que están saliendo comprometen a nuevas autoridades y personajes. Algunos han renunciados o han sido destituidos de sus cargos, pero muchos siguen sin sanción y libres, pese a las movilizaciones y al reclamo de la ciudadanía por castigar y erradicar a todos los corruptos.

La primera reacción del presidente de la República ha sido positiva, al enfrentar y obligar al Congreso a que respalde y apruebe una reforma integral del sistema de justicia. Luego de esto tocará la difícil tarea de hacer una reforma en serio, y ojalá nuestros gobernantes asuman su responsabilidad por primera vez, y no se quede solo en las acostumbradas promesas y discursos.

Muchos han señalado que estamos frente a una gran oportunidad de sentar las bases y construir la institucionalidad que requiere nuestro país para acabar con la corrupción y lograr un sistema de justicia probo, con instituciones transparentes, eficientes, y que rindan cuentas a la ciudadanía. Esperamos que sea así, para encaminarnos a ser un país próspero con ciudadanos que gocen de una buena educación, salud, justicia y seguridad.