Al Gabinete Cateriano le será difícil recuperar la confianza en un año preelectoral

La censura a Ana Jara, como titular del sexto gabinete de este gobierno, es la mayor crisis que ha enfrentado el presidente Ollanta Humala, a casi un año y tres meses del término de su mandato. El nombramiento de Pedro Cateriano, como Primer Ministro, no era lo que esperaban muchos, porque no tiene una figura de conciliador y creen que le será difícil tender puentes con la oposición.

Sin embargo, las primeras declaraciones dadas por Cateriano muestran una voluntad de cambio de estilo y apertura con todos los sectores. Así, al ser consultado por su modo de tratar con la oposición, el primer ministro respondió: “Supongo que se refieren a mi estilo, por mis opiniones políticas. En ese sentido, voy a tener que cambiar naturalmente”. Agregó que “existirá una política de puertas abiertas para todos los partidos, gremios y sectores”, y se ha propuesto en lo económico, lograr un ambiente de estabilidad política que agilice la economía y que destrabe las inversiones.

Los gremios empresariales dicen que en la medida en que el presidente del Consejo de Ministros tenga una tendencia al diálogo y a abordar de forma transparente los temas se generará un impacto positivo en los agentes económicos. Por su parte, las bancadas de oposición del Congreso no confían en los buenos deseos de Cateriano y creen que su nombramiento revela la persistencia del gobierno de no escuchar a la oposición.

Todos esperamos que no se llegue a situaciones extremas por el bien del país, y tanto el Gabinete Cateriano como los partidos de oposición deben hacer sus mejores esfuerzos para generar un clima de estabilidad democrática y económica. En el Congreso, aún hay pendientes algunos proyectos que pueden ayudar a retomar la senda del crecimiento.

Por su parte, el nuevo Gabinete tendrá que redoblar sus esfuerzos para evitar un mayor deterioro de la confianza empresarial ante la cercanía de las elecciones presidenciales del 2016, en un contexto en que sigue la conflictividad social y persiste la lenta recuperación de la economía mundial. Como muchos ya lo han señalado: el presidente Humala debe ver en la censura a Ana Jara no un chantaje político, sino una oportunidad para cambiar su estilo de hacer política, evitando la confrontación y dando tranquilidad a los agentes económicos.

Lamentablemente, el crecimiento de la inversión privada y la expectativa empresarial han sido las variables que más han caído en este gobierno, y ambas están muy relacionadas.

Desde comienzos del 2013, la inversión privada empezó a desacelerarse. Antes de ese año, con excepción del tercer y cuarto trimestre del 2011 (con crecimientos de 8.8% y 9.1%) y todo el 2009 (con tasas negativas), el crecimiento de la inversión privada era de dos dígitos. En el primer trimestre del 2013 creció 10.8% y se fue desacelerando hasta caer en -1.7% en el segundo trimestre del 2014, y hacia adelante siguieron las tasas negativas (- 3.9% en el tercer trimestre y -1.4% en el cuarto trimestre del 2014). En el 2014 se registró una caída de -1.6% y para el 2015 el BCR estima una recuperación de solo 3%.

Por su parte, las expectativas de los empresarios sobre la situación de la economía se ha mantenido en el tramo optimista, pero bordeando el tramo pesimista (incluso en agosto del 2013 y 2014 pasó al tramo pesimista), debido al discurso contradictorio del gobierno, las trabas a la inversión, y la demora en sacar adelante varios proyectos de infraestructura. El último reporte del BCR, de febrero del 2015, muestra que de los 19 indicadores para medir las expectativas empresariales, 15 han registrado una baja respecto a meses anteriores.

En este escenario, no le queda otra, al nuevo Gabinete, que trabajar en conjunto, con todos los partidos políticos, inclusive de oposición, así como con los gobiernos regionales y locales, y gremios empresariales para lograr consensos e impulsar las inversiones. El MEF tiene que empujar el gasto de la inversión pública y agilizar la cartera pendiente de concesiones para revertir la desaceleración de la economía, y pasar esta etapa preelectoral sin mayores sobresaltos.