Platón, el nuevo gobernante y los tributos

30 Marzo, 2021 / 1:42 pm

En algún momento, Platón con su sabiduría eterna, señaló que quien debe gobernar de manera ideal debe ser alguien a quien no le interese el poder, que luche por el bien común y que no busque su enriquecimiento personal.

Estas aseveraciones como se recuerda fueron a su vez criticadas por otros autores, como el filósofo Popper, quien señaló que ello conduce al maximalismo, pues genera que se crea que existen hombres superiores o que están predestinados a gobernar, con cualidades supremas de liderazgo, y resolutores de todo problema; para este autor, más que responder sobre quién debe gobernar, se debe ir a la pregunta de cómo cambiar de gobernante sin conmociones ni desarreglos.

Pero volviendo a Platón -sin llegar al maximalismo-, y trasladando estas ideas a lo tributario, el gobernante a elegirse, al no interesarle el poder, preocuparse por el bien común y desdeñar un enriquecimiento propio, dejará que subsistan y se respeten los principios tributarios constitucionalizados, explícitos e implícitos, es decir la Carta Magna debe prevalecer en sus actuaciones, como es la aplicación del principio de igualdad y respeto a la capacidad contributiva. No buscará la confiscación -al buscar el bien común-, simplemente para cubrir una caja fiscal mermada; y en aras de la transparencia, ha de explicar a dónde van los recursos fiscales, en una rendición de cuentas necesaria y oportuna. Evitará además que se crea que se tiene un orden a través de la aplicación desmedida de sanciones y castigos, aduciendo que ello evitaría la infracción a la Ley, pero realmente lo que genera es una alteración del sentido moral de la punición.

Un nuevo gobernante, siendo coherente con los preceptos de Platón, ha de simplificar además los regímenes y tributos, cobrar lo justo, capacitar al pueblo en el deber de contribuir, y exigirá el tributo de acuerdo a la realidad y capacidad económica de los gobernados. Su ejemplo también influirá en el cumplimiento fiscal.

Recuérdese lo que dijo Aristóteles, con respecto a las crisis: “La crisis de la ciudad no es una crisis política, sino una crisis de convivencia. Es intrínsecamente una crisis del hombre. Este no sabe a qué atenerse, no sabe qué hacer, porque no sabe qué es bueno y qué es malo, que es justo y qué es injusto, y sobre todo a donde va”.

El nuevo gobernante entonces deberá, recordando  lo que señaló Platón, aplicar sus enunciados sin restricciones, en pro de una tributación finalmente justa y eficiente.

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Francisco Pantigoso Velloso da Silveira

Profesor de la Universidad del Pacífico

Abogado Tributarista, con más de 35 años de experiencia en el área del planeamiento legal – tributario. MBA por la Universidad del Pacífico; abogado por la PUCP. Maestría en Tributación Internacional en Universidad Santiago de Compostela de España. Diolomados en Buenos Aires, U. Austral en Tributación Internacional.

 

Profesor de la Universidad del Pacífico. Experiencia en el trabajo interdisciplinario con el área contable y financiera de las empresas, con la finalidad de brindar la asesoría fiscal que disminuya el impacto tributario en el desarrollo de las diversas operaciones de las compañías. Es socio en Pantigoso y Asociados, y Director de la Maestría en Tributación de la UPC.

 

La siguiente columna versará sobre temas actuales y controvertidos en materia tributaria, con un sentido crítico y proactivo para evitar contingencias en las empresas,  a través de un adecuado planeamiento fiscal.