Opiniones

Pensando en el transporte del futuro

Gan@Más

Redacción digital

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10 Mayo, 2019 / 12:19 pm

Por: Kristtian Rada- Líder del Programa de Ciudades para América Latina y el Caribe de la IFC -Banco Mundia

Alrededor del 80% de la población de LATAM vive en áreas urbanas, una cifra que se incrementará al 90% para el 2050.

Esta acelerada urbanización representa un gran desafío para garantizar calidad de vida de los ciudadanos. Pero los desarrollos tecnológicos crean nuevas oportunidades para responder a estos desafíos.

El transporte sostenible es un claro ejemplo y ha ganado gran relevancia en materia de infraestructura, debido a su alto potencial para reducir emisiones.

El sector de transporte es uno de los más grandes contribuidores a las emisiones de efecto invernadero en el planeta.

La evidencia es alarmante. En 2011, el sector transporte representó cerca del 23% de las emisiones de CO2 a nivel mundial y para LATAM si no hay un cambio de tendencia, estas emisiones crecerán en un 114% para el 2050.

Existen diferentes tipos de tecnologías limpias para buses. Entre éstas, los buses eléctricos presentan grandes beneficios y diferentes países alrededor del mundo están explorando modelos que los conviertan también en rentables.

Shenzen, China, por ejemplo, fue la primera ciudad del mundo en alcanzar una electrificación de 100% en su flota de buses, en el 2017.

El modelo utilizado incorpora esquemas financieros innovadores que permitieron distribuir los riesgos y costos. Como resultado, ese modelo hoy en día es sostenible.

En Latinoamérica en los últimos años los gobiernos y las empresas se han concientizado de la necesidad de electrificar la flota de vehículos.

Santiago ya comenzó el proceso de electrificación de su flota y Sao Paulo y Medellín han definido metas para la electrificación del 100% de sus buses; adicionalmente diferentes empresas privadas están impulsando el uso de bicicletas, camiones y carros eléctricos.

Los retos son grandes. Los costos de adquisición de los vehículos eléctricos y sus baterías son altos, se requiere una infraestructura de carga que sea capaz de proveer toda la energía necesaria, y la regulación debe promover la compra y el uso de vehículos eléctricos.

Sin embargo, los costos continúan disminuyendo y con un modelo de negocio adecuado y los incentivos necesarios, la electrificación del transporte en ciudades se puede alcanzar