La persistente inflación llevará al BCRP a seguir elevando su tasa de interés

El Índice de Precios al Consumidor de la ciudad de Lima (IPC) aumentó 0,04% m/m en enero. El resultado se explicó, principalmente, por la corrección estacional en los precios del transporte y de algunos alimentos (carne de ave, por ejemplo) luego de la alta demanda que usualmente registran durante las fiestas de fin de año, a lo que se sumó la apreciación de la moneda local, y a pesar del fuerte incremento en los precios de las frutas, algo que también es usual en esta parte del año (ver Tabla 1). Cabe mencionar que si bien enero es un mes en el que la inflación es estacionalmente baja, lo fue incluso más de lo que anticipamos (0,20% m/m), señala el BBVA Research Perú.

En términos interanuales, la inflación se redujo significativamente en enero, ubicándose en 5,7% (diciembre: 6,4%; mayo: 2,4%). Dos de los elementos que incidieron en ese descenso fueron la alta base de comparación interanual y la fuerte disminución del ritmo de depreciación interanual de la moneda local (de 12% en diciembre a 8% en enero). La inflación que excluye a los alimentos y la energía, por otra parte, una medida más tendencial de las variaciones de los precios, también se redujo de acuerdo con nuestras estimaciones, aunque de manera más acotada, pasando de 3,2% interanual en diciembre a 3,1% en enero, por encima aún del límite superior del rango meta del Banco Central (ver Gráfico 1).

Cabe señalar que este mes el Instituto Nacional de Estadística actualizó el año base para la canasta de consumo que se considera en el cálculo del índice de precios, usando una encuesta realizada entre junio de 2019 y marzo de 2020 (para el año base anterior la encuesta abarcaba el periodo de mayo de 2008 a abril de 2009). Además, se amplía la muestra de la que se recogen los datos. En la actualización destaca el mayor peso que se le asigna ahora a las comidas fuera del hogar (servicios de restaurantes) en detrimento de alimentos y bebidas dentro del hogar, recreación, y vestimenta (ver Tabla 2).

“Estimamos que la inflación en términos interanuales se mantendrá en niveles elevados en los próximos meses, incluso cerrando el año fuera del rango meta del banco central (en torno a 3,4%). Esta previsión considera que aún hay espacio para que los aumentos registrados en los precios mayoristas (ver Gráfico 2) sigan trasladándose a los precios al consumidor, imprimiéndole así inercia a la inflación. Esta inercia se apoya también en el desanclaje que se observa en las expectativas de inflación, actualmente en 3,7% en un horizonte de doce meses (ver Gráfico 3)”, señala BBVA Research Perú.

La proyección de inflación incorpora también la normalización de los precios de algunos rubros de la canasta de consumo que quedaron rezagados durante la crisis sanitaria (como educación), así como que las cotizaciones internacionales de las materias primas (insumos alimentarios, petróleo, gas, diésel) continuarán registrando tasas de variación interanual importantes, aunque decrecientes, y que la brecha negativa del producto se está cerrando, con lo que las presiones bajistas sobre precios por este lado van disminuyendo.

“La persistente inflación por encima del rango meta, el desanclaje de las expectativas inflacionarias, y la tendencia a cerrarse de la brecha negativa del producto (según nuestros estimados, estará prácticamente cerrada en 2023) nos llevan a prever que el Banco Central seguirá apretando la posición monetaria en los próximos meses, orientándola hacia un nivel incluso por encima del neutral, ubicando la tasa de política en torno a 4,50% antes de que concluya el primer semestre del año”, finaliza el BBVA Research Perú.