Ya lo sé

22 Febrero, 2018 / 12:42 pm

Ya lo sé. Esta es la frase perfecta para llevarnos sin desvíos a un callejón sin salida. La actitud de seguridad en si mismo que emanan algunos personajes sin ni siquiera parpadear es tan solo una máscara para esconder inseguridades. Sentirnos inseguros nos hace sentir vulnerables. Muy vulnerables. Y esta es una sensación que queremos evitar a toda costa, sobre todo en el lugar de trabajo.

En el lugar de trabajo creemos no poder darnos el lujo de la duda o de la humilde constatación: – esto no lo sabía aún, o – estoy dispuesto a probar una nueva manera de realizar esta tarea.

Sin embargo, tanto nuestra vida personal como laboral se benefician si activamos nuestras mentes de novatos. Diariamente pensamos 60 a 70 mil pensamientos – el 90% de estos pensamientos son repetitivos. Es como si todo el santo día comiéramos patatas y tan sólo el 10% de nuestra comida fuera fresca y novedosa. Tremendamente aburrido ¿verdad? Pues con la actitud de: ya lo sé, fomentamos la monótona repetición de los mismos pensamientos con poco espacio para la aventura.

No te preocupes, estamos diseñados para más. Pero ¿cómo activar una actitud de aprendizaje que brinda una diversidad nunca antes imaginada y mejores relaciones?

Es muy fácil. Todo ser humano 28 está provisto de este don aunque muy pocos lo utilicen: la escucha. Aunque fueras sordomudo tienes la habilidad de escuchar con otros sentidos.

En este instante puedes empezar a escuchar de una manera que transformará tu vida en un instante. Es muy fácil y lo puedes practicar en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia: escuchar como si acabaras de poner pie en la Tierra, como si nunca antes hubieras escuchado un sonido, una canción, una melodía, el timbre de una voz, una frase. Escuchar como si tu vida dependiera de ello.

Comienza hoy mismo con tres sencillos ejercicios. Ahora mismo mientras lees este artículo ¿qué escuchas? Afina el oído como si nunca antes hubieras estado en el entorno en el que te encuentras ahora. ¿Qué sonidos, ruidos, voces, o melodías, escuchas en este instante y que ya no percibías porque la rutina los acalló en su manto?

Luego en el trabajo – sea lo que sea a lo que te dediques – escucha a tus colegas, clientes, jefes o asistentes, como si todo lo que dijieran fuera nuevo para tí, como si nunca antes los hubieras escuchado. Escucha con toda tu atención, con todo tu cuerpo. No permitas que la impaciencia, el fastidio, el prejuicio o el aburrimiento interfieran. Tampoco permitas que tu escucha se deje distraer porque crees que ya sabes lo que dirán. Escucha con auténtico interés ¿qué es lo que de verdad dicen? Quizás sea la primera vez que los escuches realmente.

Y por último prueba la escucha atenta con amigos y familiares. Aunque crees saber algunas de las frases de tu cónyugue, de tus hijos o de tus padres, de memoria, y crees saber exactamente qué van a decir, detente a escucharlos como si nunca antes los hubieras escuchado. Afina tu plena atención. Y sobre todo escucha sus palabras y no las tuyas. Aquellas con las que ya vienes preparando la respuesta, la excusa, la disculpa, sin realmente escuchar lo que tu ser querido está tratando de decirte. Te darás cuenta que inmediatamente la calidad de la relación se transforma. Asimismo tu vida se refresca y vitaliza, se hace más rica y entretenida.

Prueba ya mismo esta escucha atenta. Obsérvate si puedes mantener tu atención mientras escuchas o si dejas distraerte por tu propio arsenal de pensamientos repetitivos. Lo único que tienes que practicar, en esta escucha atenta, es mantener tu atención enfocada. Esta atención es más valiosa de lo que puedas imaginar.

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Andrea Sydow

Consultora internacional en comunicación

Es consultora internacional en comunicación para desarrollar el liderazgo en emprendedores. Es coach certificada y facilitadora autorizada para impartir ceremonias y talleres de Perdón Radical en alemán, español, portugués e inglés.

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