Marketing de las cavernas

15 Noviembre, 2017 / 3:34 pm

Cada emprendedor sueña con un buen marketing para posicionar su producto en el centro de la atención del comprador. Algunos esperan que esto ocurra como por arte de magia tan solo contratando a una agencia bien remunerada. Nada más lejos de la realidad.

Recientemente en una cena me quedé boquiabierta mientras escuchaba a una consultora de marketing hablar de problemas de comunicación que yo creía que pertenecían al Paleolítico. Pues muy equivocada estaba. En el avanzadísimo mundo tecnológico y virtual siguen vigentes problemas que se asemejan a un virus super resistente imposible de vencer. Estos problemas derivan de pensamientos basados en el concepto de silos, de una comunicación desprovista de estrategia y de comunicadores sin autoridad ni mandato definido que hacen que cualquier proyecto de marketing se transforme en una verdadera pesadilla, como me relataba esta consultora.

Me contó que al llamar a dos personas de marketing, de la oficina de su cliente, estas habían tomado decisiones opuestas la una de la otra, pero compartían el mismo despacho, es decir, estaban sentados el uno frente al otro sin saber qué pensaba y decidía cada uno sobre la misma campaña. En esta situación se generan campañas de marketing tanto caóticas como ineficientes, que además devoran los nervios, la salud y el presupuesto de las empresas.

Grandes presupuestos, de grandes marcas no garantizan un buen marketing. Una buena campaña tampoco se genera en base a una infinidad de datos aglomerados. Tan solo se genera con claridad sobre la meta, con estrategias bien elaboradas, con tareas bien definidas y una cooperación comprometida con abandonar el concepto de silos.

Lo sorprendente es que este discurso tiene décadas de antigüedad. Parece ser todo un desafío llevarlo a la práctica. Para optimizar el marketing de una empresa no es necesario contratar consultores con honorarios astronómicos. Tiempo y silencio, claridad de pensamientos, lápiz y papel, es todo lo que se requiere para empezar.

Nadie conoce tu empresa, tus productos, tu pasión y metas, mejor que tú. Dedícale tiempo a tu comunicación y los resultados te sorprenderán.

Con el celular apagado, tómate 45 minutos – evitando interrupciones -, así como lápiz y papel para contestar estas preguntas:

  1. ¿Para quién estoy escribiendo (mi campaña de marketing, el email, etc.) ?
  2. ¿Para qué le estoy escribiendo a esta persona?
  3. ¿Qué es la única cosa que esta persona quiere saber sobre mi producto?
  4. ¿Quién es el único responsable de difundir esta comunicación?
  5. ¿Estoy seguro de haber comunicado todos los detalles estratégicos a este responsable?
  6. ¿Qué recursos materiales e inmateriales necesita este responsable?
  7. ¿Están a su disposición?

Estas preguntas son básicas para cualquier comunicación. Por más sencillas que parezcan, la realidad demuestra que muy pocos líderes dominan el arte de comunicar con propósito y claridad. El cuestionario tiene la intención de reconocer y saltar los obstáculos que por la falta de estrategia, de responsabiliad definida y de cooperación, entre aquellos que disponen de los recursos para un marketing exitoso, se interponen entre una empresa y la comunicación con sus clientes.

Evaluando estas preguntas ahorras presupuestos y evitas dolores de cabeza. El cuestionario ayuda a despejar el camino hacia la serie de acciones meditadas, que tu empresa realizará, para alcanzar el estado futuro, determinado de éxito y ventas.

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Andrea Sydow

Consultora internacional en comunicación

Es consultora internacional en comunicación para desarrollar el liderazgo en emprendedores. Es coach certificada y facilitadora autorizada para impartir ceremonias y talleres de Perdón Radical en alemán, español, portugués e inglés.

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