Cómo podemos evitar la cultura de silos y de paso generar beneficios a la compañía

13 Octubre, 2017 / 9:11 am

En términos generales, en Workshops consultores al trabajar en el terreno, hemos observado que las áreas que conforman una cadena de valor, tienden a trabajar muy intensa y profesionalmente por lograr los resultados que sus objetivos le imponen, mediante la gestión de indicadores que aseguran (en la mayoría de los casos) una gestión centrada en la generación de valor.

Sin embargo, es en este punto es en donde se produce una antinomia muy particular, dado que trabajamos tan focalizados en nuestros propios KPI´s, que muchas veces dejamos de visualizar cómo su logro afecta o incluso dificulta que otras unidades logren los propios.

Si estás pensando ¿Por qué dejar de trabajar los propios KPI´s en favor de otros? ¿No sería lo mismo que trabajarlos y que otro se viera afectado?, estas en lo cierto. Sin embargo, cuando visualizamos el concepto Margen de Contribución, es cuando debemos dejar de lado el juego suma cero y pensar, en cómo rompemos la cultura de silos.

En nuestra experiencia existen dos elementos claves para trabajar a favor de una cultura que moviliza la cadena de valor, eliminando los silos en el funcionamiento de la misma. El primero de ellos, resulta estructural y necesario de ser conceptualizado desde la alta gerencia, nos referimos a indicadores de gestión (KPI´s) transversales a las unidades funcionales de la cadena de valor, diseñados para movilizar de igual manera a las distintas unidades que trabajan enlazadas dentro de un proceso. Este elemento es una condicionante clave, ya que como hemos podido observar desde el terreno, si no hay un impacto y consecuencia al final del trabajo, se dificulta en extremo movilizar voluntades, alinear las prioridades y poner en marcha recursos (siempre escasos) que permitan alcanzar dicho resultado.

El segundo elemento, lo visualizamos como el aceite de los engranajes de la cadena, nos referimos a planes de trabajo construidos, movilizados, gestionados y controlados en base a una comunicación precisa, oportuna, completa y asertiva, la que se ocupa principalmente de poner en marcha acciones que contribuyen en forma eficiente y efectiva a la concreción de las metas establecidas, metas que en su conjunto van de manera progresiva e iterativa, construyendo el resultado final buscado por la cadena de valor, cual es la obtención de un margen de contribución requerido por la empresa en su totalidad.

Ambos elementos en conjunto, KPI transversales y una Comunicación efectiva y productiva, facilitan, permiten y estimulan un trabajo desarrollado mediante Planes de Trabajo inter área Vinculantes (PTV), los que tienen como principal característica que convocan distintas áreas y unidades de trabajo al interior de la cadena de valor, todas las que movilizan recursos no tan solo para la obtención de las propias metas, sino que además y por sobre todo, construir métodos de trabajo que de manera permanente y sistemática permitan alcanzar mediante la efectividad y eficiencia los resultados de productividad que la compañía requiere, no de un área (silo) en particular, sin que del conjunto de sus unidades como una cadena que moviliza y depende del conjunto de sus engranajes como una única unidad.

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