Lima: la insegura

15 Mayo, 2016 / 9:30 am

Lima está cada vez más peligrosa. Ya van TRES jóvenes estudiantes asesinados en el transcurso de la semana. La última víctima se llamaba Juan Fabricio Román, tenía 18 años, era estudiante del Instituto Toulouse Lautrec y ayer por la noche, terminando de hacer un trabajo para el instituto, mientras acompañaba a su enamorada a su casa en San Borja, ambos fueron asaltados. Entregaron sus cosas, Juan intentó proteger a su enamorada de manoseos, los asaltantes se molestaron, le dispararon a la cabeza y huyeron. Juan falleció esta madrugada (12/5) en la Clínica Internacional de San Borja, a cinco cuadras de mi casa.

Otro caso “menos” grave: Carolyn Almonacín. La semana pasada (2/5) ha sido víctima de robo tres veces. Primero le sacaron el celular de la cartera en cuestión de segundos mientras se probaba zapatos en Ripley. Luego, en la combi, un sujeto se sentó a su costado y la amenazó con un cuchillo para que le entregue su nuevo celular. Y, finalmente, el sábado pasado (7/5), saliendo del hospital y a plena luz del día frente muchas personas, otro sujeto quiso arrancharle la cartera, en el forcejeo Carolyn cae al suelo y es arrastrada hasta que el hombre la amenaza con matarla y ella lo deja ir. ¡Tres asesinatos en una semana! Y robos de todos los días. ¿Podemos calificar acaso a nuestra ciudad como segura? Obviamente, no.

El INEI ha publicado en marzo de este año su último informe técnico que brinda Estadísticas de Seguridad Ciudadana y estudia el periodo de julio a diciembre de 2015. En él indican que, durante el mencionado periodo, el 37,7% de la población de 15 y más años de edad de la ciudad de Lima, ha sido víctima de algún hecho delictivo (robo, intento de robo, amenazas, maltrato familiar, ofensa sexual, secuestro, intento de secuestro, extorsión o estafa). La situación es incluso peor en ciudades como Cusco (49,4%), Juliaca (48,7%), Puno (41,4%) o Huancavelica (39,7%) que poseen un porcentaje de victimización mayor al de nuestra capital.

Y no solo Lima es insegura, sino que además los limeños nos sentimos inseguros. “El 88,4% de la población del área urbana a nivel nacional (o sea, en general los peruanos nos sentimos inseguros) percibe que en los próximos doce meses puede ser víctima de algún hecho delictivo que atente contra su seguridad”.

¿Qué podemos hacer entonces? Nosotros, estar siempre alertas y no arriesgarnos. Por ejemplo, a través del grupo en Facebook “Cato Segura”, los estudiantes de la PUCP informan si es que han sido víctimas de algún robo, cómo, dónde y a qué hora para así reducir, de alguna manera, el riesgo a que otros sean asaltados.

Pero sobre todo, debemos denunciar el hecho delictivo o su intento. El informe del INEI señala que, a nivel nacional, solo el 12,9% de la población de 15 y más años de edad, que han sido víctimas de algún hecho delictivo, denuncian. La mayoría no lo hace porque desconoce al delincuente (31,7%), cree que es una pérdida de tiempo (25,6%) o considera que es un delito de poca importancia (25,2%). Solo denunciando, las autoridades, como la Policía Nacional del Perú y los diferentes municipios, tendrán información real y podrán trabajar con ella.

Como recomiendan el Dr. Gino Costa, exministro del Interior y miembro del Comité Científico del Laboratorio de Criminología y Estudios sobre la Violencia, y Carlos Romero en su libro Lima: ¿cómo hacerla más segura? (Ciudad Nuestra, 2015), “los delitos siempre están focalizados en el territorio. Si conoces dónde ocurren, puedes diseñar estrategias preventivas de vigilancia y patrullaje para los lugares más vulnerables”.

Pero ¿quiénes son los responsables de diseñar y aplicar las mencionadas “estrategias preventivas”? No es solo trabajo de la PNP o de las municipalidades, sino también y principalmente trabajo del Ejecutivo. Si realmente se quiere impactar positivamente en la seguridad ciudadana, el Presidente y su equipo deben implementar políticas estatales a nivel nacional. Estando próximos a elegir uno nuevo, considero sumamente relevante revisar las principales propuestas de los candidatos.

Por un lado, PPK propone implementar el Programa Nacional de Prevención y Tratamiento de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal 2013-2018 que busca reconducir sus vidas mediante la recreación, la educación, la cultura, el deporte y la capacitación para el trabajo. Asimismo buscará ampliar la cobertura de la vigilancia y el patrullaje reorganizando a la PNP (según densidad poblacional del distrito, su incidencia delictiva, sus características socioeconómicas) e institucionalizando la Policía Comunitaria (juntas vecinales).

Además, fortalecerá la inteligencia policial y la investigación criminal (laboratorio nacional de criminalística, equipo nacional de peritos forenses, sistema nacional eficaz de protección de víctimas, testigos y colaboradores) y construirá dos cárceles de máxima seguridad y 400 comisarías adicionales en algunos de los 820 distritos que no tienen una comisaría.

Por otro lado, Keiko Fujimori propone encargar a la Marina de Guerra la vigilancia del puerto del Callao y al Ejército la custodia en los alrededores de los penales. De igual manera, facilitará el retorno al mecanismo del 24×24, para que los policías puedan brindar servicios a privados. Implementará una plataforma tecnológica para vigilancia (tecnología satelital). Además, asignar más efectivos a tareas de prevención e implementará un sistema de grilletes electrónicos para sentenciados por delitos menores y autores de violencia familiar.

Finalmente, si bien las mencionadas son solo algunas de las propuestas de los candidatos, es importante recordar que “el papel lo aguanta todo”. Los planes de gobierno en la práctica nunca se cumplen en su totalidad y funcionan más como una guía. Lo que necesitamos es un Presidente que se comprometa a luchar uno a uno contra la inseguridad ciudadana y claro, que cuente con propuestas concretas posibles de realizarse y un equipo eficiente y capaz. Falta mucho por caminar.

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Oscar González Romero

Abogado por la PUCP

Abogado por la PUCP, con especialidad en Derecho del Trabajo y la Seguridad por la PUCP, en Gestión Empresarial e Innovación por la Universidad Pacífico y en Gestión de la Diversidad e Inclusión por la Universidad Stanford.

Mi experiencia se concentra en la gestión de relaciones laborales y programas de gestión de desarrollo del talento y sostenibilidad. Me encuentran en Twitter como @OscarGonzRom.