El arte de comunicar

29 Marzo, 2015 / 2:16 pm

En un mundo en el cual cada problema tiene una app para el smartphone nos olvidamos que hay cosas que son un arte que hay que aprender.

La comunicación es un arte. Creemos que al estar enchufados a las plataformas virtuales las veinticuatro horas del día estamos conectados y comunicando. Nada más distante de la realidad. Lo podemos comprobar cuando debemos llegar de la tormenta del conflicto al puerto seguro de la comprensión y cooperación. La táctica que solemos usar al enfrentarnos a una situación que requiere de una buena dosis de aclaración es la del avestruz. O le ponemos mala cara en la esperanza de provocar la retirada en estampida del conflicto y de la persona que lo provoca. Táctica que suele dejar más estragos que arreglos.

La comunicación genuina requiere de un trabajo interior forjado por años de entrenamiento y minuciosa atención. Vale la pena someterse a este entrenamiento. Genera mejores relaciones, más creatividad y vitalidad. Porque aprendemos a sacar lo mejor de dentro aunque estemos en situaciones adversas.

¿Qué hacer entonces cuando tenemos que criticar un trabajo mal hecho? Aquí comparto dos pasos que imediatamente cambian el juego de la comunicación.

Lo primero es saber comunicar las necesidades, sin contaminar con reproches. Antes de entrar a una reunión en la cual habrá diferentes formas de ver el mismo asunto hay que tener claro cuáles son las necesidades. Y luego ser específico al pedir exactamente qué es lo se espera de la otra persona. La antigua y contaminante manera de comunicar sería cargada de reproches: ¡aquí a nadie le importa el estado de la empresa, nadie lleva bien los números y obtener una calculación fiable es imposible! Para nada inspirador. En cambio expresar exactamente las necesidades genera más claridad: para preparar el próximo proyecto necesito los números de venta de marzo, abril y mayo de la última temporada. Por favor Pedro, preséntame la calculación hasta el martes de la próxima semana.

Lo segundo es criticar de forma constructiva abriendo avenidas hacia las soluciones. Hay resultados de trabajo merecedores de críticas negativas. El arte está en expresarlas fomentando la creatividad en vez de aniquilarla. Enfrentados a un resultado que no nos gusta, podemos comenzar reajustando el enfoque. ¿Somos capaces de encontrar algo que nos gusta? Comenzamos tomando consciencia de estos aspectos. En una segunda etapa formulamos cómo nos gustaría que fuese el resultado. ¿Qué es lo que sí queremos ver realizado? Así, en vez de hundirnos en reproches, muchas veces justificados, abrimos avenidas hacia la creatividad. Con la creatividad es más fácil generar resultados deseados que con la frustración. Me gustaría tener por escrito todo lo que hemos decidido en esta reunión hasta el martes. Me gustaría que en la próxima reunión todos estén puntuales a las 11 AM. Me gustaría que el tema sobre la biología marina recién mencionado venga con las ilustraciones de la costa sur del proyecto. Esta manera de comunicar nos obliga a enfocarnos en el resultado deseado y a ser específicos.

Habrá situaciones en las cuales, a pesar de la claridad en la comunicación, sigan los conflictos y malos resultados. También en estas situaciones la claridad antes mencionada ayuda a elaborar y formular las consecuencias.

Resumiendo sea dicho, que el arte de comunicar con claridad enfocado en el resultado deseado es un arte que cualquiera puede aprender. Requiere de un trabajo interior y de un entrenamiento. La calidad de relaciones auténticas y vitalidad creativa que desenlaza es impagable.

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Andrea Sydow

Consultora internacional en comunicación

Es consultora internacional en comunicación para desarrollar el liderazgo en emprendedores. Es coach certificada y facilitadora autorizada para impartir ceremonias y talleres de Perdón Radical en alemán, español, portugués e inglés.

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