Encontrar el camino para la ciencia, la tecnología y la innovación

A nuestro país no le fue nada bien en el reciente Ranking de Competitividad Mundial 2014 del IMD (Institute for Management Development), en el que cayó 7 puntos, bajando del puesto 43 al 50. En los aspectos que más perdió posiciones es en el desarrollo económico, pilar que se había mantenido como el mejor representante de la competitividad en años anteriores, pero ahora ha descendido 14 puestos debido principalmente a la poca diversificación de los productos exportados.
Estos resultados confirman que no hay avances en la mejora de la competitividad, y aún no se logra despegar en actividades de investigación y desarrollo e innovación, que podrían ayudar para ir dejando de ser principalmente exportadores de productos primarios. Nuestro país sigue rezagado en estos aspectos, pese a las declaraciones bien intencionadas de los últimos gobiernos, pero la realidad ha demostrado que no han tenido éxito en este campo.

Es destacable el crecimiento sostenido de la economía peruana en los últimos años, el que ha permitido reducir la pobreza y mejorar en el poder adquisitivo de muchos segmentos de la población, pero dicha expansión no ha ido acompañada de un mayor desarrollo en el conocimiento en ciencia, tecnología e innovación.

El crecimiento de nuestra economía sigue dependiendo de las exportaciones de materias primas, sin ningún valor agregado, y que nos mantiene presos a los vaivenes de los precios internacionales.  Las exportaciones no tradicionales han aumentado, pero como proporción de las ventas totales al exterior siguen en los mismos porcentajes de hace 50 años. Es urgente ir cambiando la estructura productiva del país e ir logrando que la competitividad del mismo se base en la innovación.

En este sentido, es muy oportuna la propuesta presentada en esta semana por el Concytec: “Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Ciencia, Tecnología e Innovación: Crear para Crecer”.

La propuesta nace como una hoja de ruta para que la ciencia, la tecnología y la innovación se consoliden para lograr un crecimiento sostenido. La iniciativa se ha publicado en el portal de Concytec para recibir los comentarios y aportes del sector empresarial, entidades públicas, la academia, expertos y la ciudadanía en general.

El documento alerta situaciones preocupantes en este campo, como que menos del 4% de las empresas tiene actividades conjuntas con institutos de investigación o universidades para la realización de proyectos de innovación o de mejoras tecnológicas para el desarrollo de nuevos productos.

Asimismo, sostiene que para que el Perú logre su meta de PBI per cápita en el año de su bicentenario (tener US$ 10,000 de PBI per cápita) debería mantener en promedio una cantidad de 1,600 investigadores por millón de habitantes. Sobre esta base, para el 2021 el Perú requerirá aproximadamente 17,500 investigadores con grado de doctorado en áreas de ciencias básicas e ingenierías. Sin embargo, con el número de investigadores registrados en Concytec, existiría una brecha de alrededor de 15,700 investigadores con dicho grado.

Con relación a los centros de formación de investigadores y de fuerza laboral capacitada, existen brechas importantes por cerrar. La educación superior técnica y universitaria presenta deficiencias en cuanto a su adecuación a la demanda por mano de obra calificada, así como a la calidad de la formación impartida. En los últimos años han proliferado instituciones educativas privadas de educación superior sin mayor control, y el Estado ha hecho muy poco por mantener un nivel mínimo y homogéneo en la calidad de los institutos y universidades públicas.

Esperemos que esta hoja de ruta diseñada por Concytec, que implica el esfuerzo de todos los sectores, se logre aplicar y empecemos a ir por el camino que nos lleve a que las empresas desarrollen productos con mayor valor agregado, a la aplicación de mejores procesos productivos y formas más competitivas de operar en los mercados.