La promesa de la tecnología para mejorar nuestra vida

10 Octubre, 2014 / 1:01 pm

Frecuentemente asociamos la adopción masiva de nuevas tecnologías con cambios positivos. Ya adoptamos el uso de los teléfonos móviles de manera prácticamente generalizada. Nos conectamos hoy más que nunca a través de las ondas de la telefonía móvil. Esta conexión nos permite hacer más y mejores cosas. Hoy podemos averiguar los precios de los insumos, de nuestros productos en mercados distantes físicamente, podemos mantener activas redes familiares y sociales a través de esta vía, podemos responder a emergencias gracias a que podemos comunicarnos de manera instantánea, etc. Ha sido un gran paso y aun no le sacamos todo el provecho que se puede.

Hay ya varios estudios que demuestran que el acceso masivo a servicios de telecomunicaciones a las personas, reduce pobreza, trae inversiones, valoriza los activos de las personas, y más y mejores oportunidades para grandes colectivos sociales.

Todos ganan al estar conectados. Los pobladores rurales han encontrado en la conexión a través del teléfono móvil mejores oportunidades. Han encontrado una manera de mantenerse en su entorno pero integrados a la vida de las ciudades, accediendo a más y mejores servicios públicos y privados a través de esta vía. El teléfono venció las complejidades de nuestra geografía, ha logrado acortar las distancias.

Esta conexión, esta conectividad, permite entre otras cosas acercar el sistema financiero a la gente, sin necesidad de llevar presencia física. La masiva adopción de dispositivos móviles puede ser un potente medio para lograr inclusión fi nanciera. Lo primero será lograr que usemos los teléfonos que tenemos para hacer transacciones monetarias, luego para manejar nuestras cuentas de ahorro y crédito, también para comprar seguros, y en general, para acceder a todos los servicios que nos ofrezcan los intermediarios financieros. Lo segundo será desarrollar nuevos y complementarios servicios a partir de esta conectividad entre ciudadanos y el sistema financiero.

Pero hay más. Estamos viendo en el Perú un acceso creciente a teléfonos inteligentes, Smartphones, y un consumo cada vez mayor de planes de datos (el uso de internet móvil creció en 166% en 2013), post pago y prepago, incluso en los sectores de menores recursos. Esto mismo se está viendo en muchos países y vienen cambios que ayudarán a que esto suceda más rápido. Para fines de este año habrá más de 145 millones de Smartphones en América Latina y esta cifra prácticamente se duplicará para el 2018. En la India acaban de lanzar un Smartphone popular que se vende a 33 dólares!

Un proceso masivo de adopción de teléfonos inteligentes, de planes de datos –internet- nos conecta aún más, local y globalmente, pero sobre todo multiplica miles de veces las posibilidades de usar esta vía de conexión para lograr procesos de desarrollo e inclusión.

Tenemos que correr con la implementación del dinero electrónico como parte de nuestro proceso de aprovechamiento de esta oportunidad. Inclusión financiera y pagos digitales son claves para el desarrollo del comercio electrónico.

El comercio vía internet se potenciará y se desarrollarán millones de nuevos negocios. Hay que apoyar este proceso, asegurando que tenemos a los innovadores desarrollando Apps, para sacarle el jugo a estos teléfonos, al internet y a las mayores posibilidades de conexión. Esta es una tarea y una obligación para el sector público y una oportunidad para el sector privado. Se viene un tiempo de grandes oportunidades para los emprendedores.

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Carolina Trivelli

Gerencia del proyecto de Dinero Electrónico de la Asociación de Bancos del Perú

Carolina Trivelli ha sido ministra de Desarrollo e Inclusión Social y actualmente dirige la gerencia del proyecto de Dinero Electrónico de la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC).

Es economista y Magister en Economía Agraria por The Pennsylvania State University, USA. Se ha especializado en temas de políticas sociales, pobreza rural, finanzas agrarias y rurales.

Se desempaña como Investigadora Principal del Instituto de Estudios Peruanos y de RIMISP (Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural) y ha sido Directora General del Instituto de Estudios Peruanos, presidenta del Consorcio de Desarrollo de la Ecorregión Andina y miembro del Consejo Directivo de la Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.

Asimismo, es miembro del directorio del SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria), del Consejo Directivo de CARE Perú e integrante del Comité Técnico Asesor sobre medición de Pobreza del INEI.